Nuevamente se acerca la época del año en la que los niños, y uno que otro adulto, disfrutan con alegría de una alta dosis de carbohidratos simples (azúcares refinados). Esta falta de moderación en el comer, aunada a una disminución de actividad física durante la temporada de frío, aumentan la probabilidad de padecer sobrepeso y obesidad, factores que a su vez aumentan el riesgo de padecer enfermedades crónico-degenerativas [1], como la diabetes.
La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por presentar altos niveles de glucosa en la sangre—lo que puede derivar en serios problemas de salud. Generalmente se clasifica en dos tipos:
- La diabetes tipo-1, también conocida como “diabetes juvenil” (juvenile-onset diabetes) por presentarse con mayor frecuencia a temprana edad. Es ocasionada por una respuesta errónea del sistema inmune (de origen genético) que destruye a las células del páncreas encargadas de producir la insulina—lo que a su vez ocasiona una deficiencia de insulina en el organismo.
- Y la diabetes tipo-2, también conocida como “diabetes adulta” (adult-onset diabetes) por presentarse con mayor frecuencia a una edad adulta. Es ocasionada por una pérdida de sensibilidad a la insulina, también conocida como resistencia a la insulina—la manifestación de dicha resistencia a la insulina, aunque depende en parte de ciertos factores genéticos, está muy fuertemente asociada con altos niveles de colesterol “malo” (LDL) y triglicéridos, frecuentemente ocasionados por una condición de sobrepeso u obesidad [2–5].
Lamentablemente, la diabetes tipo-1 no puede prevenirse, sin embargo, ésta se presenta con mucho menos frecuencia que la tipo-2 (menos del 10% de los casos) [6]. Contrariamente, la diabetes tipo-2 sí puede ser prevenida con un estilo de vida saludable [2–5]. A este respecto, es muy probable que la falta de dicho estilo de vida saludable (malos hábitos alimenticios y sedentarismo) esté ocasionando en México un creciente aumento de casos de diabetes tipo-2 a edades muy tempranas [7], de hecho, se estima que alrededor de 400,000 menores de 15 años padecen de diabetes en México [8]—cifra que ha triplicado las estadísticas desde 1980 a la fecha. A todo esto hay que agregar que en México, la diabetes es la primera causa de muerte tanto en hombres como en mujeres [9].
Sin lugar a dudas, la clave para poder detener esta tendencia—que ya es considerada como una epidemia—es el restablecimiento de un estilo de vida saludable. Según la Federación Mexicana de Diabetes [10], El incremento en actividad física, dieta adecuada y reducción de peso, disminuyen el riesgo de desarrollar diabetes entre 34% y 43%. Por ello, es importante motivar a los niños y adolescentes a realizar actividades físicas al menos una hora diaria—ya sea mediante juegos o practicando algún deporte—lo cual desde luego implica disminuir el tiempo que pasan frente a la televisión, la computadora o cualquier otro dispositivo que los mantenga en estado pasivo por largo tiempo.
En el plano nutricional, es necesario disminuir la ingesta de carbohidratos simples (azúcares refinadas) y grasas saturadas (son sólidas a temperatura ambiente); y aumentar el consumo de carbohidratos complejos (de vegetales y granos enteros) y grasas poliinsaturadas (son líquidas a temperatura ambiente). Con respecto a esto último, cabe mencionar un estudio realizado por la Universidad del este de Finlandia, el cual encontró que el consumo de ácidos grasos omega-3 provenientes del pescado, reduce el riesgo de padecer diabetes tipo-2 [11].
Continuando con el plano nutricional, se ha encontrado que la deficiencia de vitamina-D (una vitamina liposoluble, es decir, soluble en grasas) predispone a las personas a padecer diabetes [12]. Y considerando que, según la escuela de salud pública de Harvard [13], la deficiencia de vitamina-D es un problema que afecta al grueso de la población mundial, se vuelve necesario el exhortar a las personas a incrementar el consumo de esta importante vitamina, la cual también juega un papel importante en la prevención de otras enfermedades crónico-degenerativas.
Por último, es también recomendable realizarse de manera regular (mes a mes, por ejemplo) un análisis de composición corporal [14]—siempre con la ayuda de un experto en nutrición— con el fin de determinar si tus hábitos alimenticios y actividad física te están ayudando a tener un peso saludable (con los porcentajes adecuados de tejido graso, tejido muscular, etc.). Este tipo de análisis es seguro, por lo que también se puede (y debe) practicar a niños y adolescentes, ya que también es importante determinar si su composición corporal es la adecuada para su edad.
Dr. Rubén E. Estrada Salas
Referencias
- (a) https://www.texasheart.org/AboutUs/News/2011-12-19news_holiday_heartattack.cfm; (b) https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0306456501000730
- https://www.webmd.com/diabetes/tc/diabetes-differences-between-type-1-and-2-topic-overview
- https://diabetes.diabetesjournals.org/content/54/suppl_2/S40.full
- https://www.diabetes.co.uk/difference-between-type1-and-type2-diabetes.html
- https://www.niddk.nih.gov/health-information/health-topics/Diabetes/your-guide-diabetes
- https://www.idf.org/about-diabetes
- Med. Hosp. Infant. Mex. vol.68 no.5 México sep./oct. 2011 (https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462011000500011)
- https://fmdiabetes.org/fmd/pag/noticias.php?id=MTEwMw
- Organización Panamericana de la Salud (oficina regional de la Organización Mundial de la Salud, OMS).
- https://fmdiabetes.org/diabetes-en-mexico/
- https://www.eurekalert.org/pub_releases/2014-01/uoef-fds011414.php
- https://link.springer.com/article/10.1007/s00125-005-1802-7
- https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/vitamin-d/#vitamin-d-deficiency-a-global-concern
- https://www.muevetesaludablemente.com/mi-dieta-realmente-me-esta-ayudando-a-bajar-de-peso-de-manera-saludable/
